lunes, 20 de junio de 2011

Un simpe sueño.


Sabes cuando me desperté por parte madrugada, pienso que no eres real, que eres un espejismo, que eres un simple sueño, pero cuando miro tu fotografía me quedo inmóvil, sin decir palabra, pienso que todo esto se trata de un simple sueño. Me vuelvo a dormir con miedo, porque no voy a volver a soñar con tigo.
Cuando suena el despertador, lo miro son las siete y cinco.
Me arreglo  y después me voy.
Salgo por la puerta y el camino está solitario, las luces de las farolas se van apagando a mi paso. Voy pensando  en el maravilloso sueño que tuve por la madrugada. Pero cuando estoy llegando veo una luz que aún está encendida, veo  que debajo hay alguien,  y me pongo a pensar en el sueño, aparecía eso, alguien que esperaba junto a esa farola que estaba encendida, me quedo en frente de el , él me mira y yo lo miro, nos miramos fijamente, el dio un paso y yo di otro, nos cogimos de la mano.
Escuche un perro  que ladraba, me hizo regresar al presente, llego, me pongo en frente de el , digo hola, le dije hola.
No paso nada.
Lo único que pude comprobar de ese sueño, es que él era real, que no era un espejismo, era de carne y hueso.
Sabes, al fin y al cabo los sueño nunca se hacen realidad. Porque los sueños solo son sueños.

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